La tesis doctoral de Cristian Aranda Farías demuestra que más frecuencia en el cambio entre lenguas se relaciona con mejor rendimiento de las funciones cognitivas en personas grandes
Con el envejecimiento, las capacidades cognitivas del cerebro pueden presentar cierto grado de deterioro. Este proceso, que es provocado por causas naturales, implica que las personas pueden empezar a manifestar problemas relacionados con la capacidad de atención, la memoria o el razonamiento. Ahora bien, este deterioro no se acontece del mismo modo en todos los individuos, puesto que es un proceso en el cual influyen factores relacionados tanto con la herencia genética como con los hábitos de vida.
En lo referente a esto, la tesis doctoral defendida en la Universitat de les Illes Balears por el doctor Cristian Aranda Farías, investigador de la Universidad de *Magallanes (Chile), analiza la influencia del bilingüismo como posible factor protector de las funciones cognitivas en personas de edad avanzada.
Para poder determinar esta influencia, el investigador comparó personas mayores monolingües con otras bilingües. La mitad de las bilingües lo eran desde muy jóvenes (antes de los cuatro años) y los otros, ya desde una edad más madura (después de los dieciocho años). En el estudio, participaron 90 personas, 60 de las cuales eran bilingües con residencia en Mallorca y 30 de monolingües y vecinas de la ciudad de Punta Arenas, en Chile.
Para evitar problemas de validez de los resultados, previamente se analizaron algunos aspectos que podrían generar confusión, como por ejemplo el nivel socioeconómico, el educativo, la reserva cognitiva (constructo teórico que integra aspectos estructurales del cerebro y experiencias vitales) y la edad de los participantes. Así, se pudo verificar que ninguno de estas condiciones previas era favorable al grupo de personas bilingües. Es más, el grupo de monolingües era ligeramente más joven.
Todos los voluntarios fueron evaluados en varias funciones cognitivas, como por ejemplo la atención, la flexibilidad, la inhibición, la memoria a corto plazo y la memoria de trabajo. También se analizó si aspectos relacionados con el bilingüismo, como sería la edad de adquisición de la segunda lengua, la frecuencia de cambio entre las lenguas y el dominio de cada una, influían en el funcionamiento cognitivo de las personas grandes.
Los resultados obtenidos por el doctor Aranda demuestran que los bilingües, tanto quienes lo son desde muy jóvenes como quienes adoptan otra lengua en una edad más tardía, tienen mejor rendimiento cognitivo que los monolingües. También se evidencia que la edad de adquisición de la segunda lengua influye sobre el desempeño cognitivo, lo cual favorece a quienes empezaron a ser bilingües cuando eran muy jóvenes. Igualmente, se ha comprobado que cuanto más frecuencia de cambio entre lenguas mejor rendimiento en las funciones cognitivas. Finalmente, se concluye que el bilingüismo ejerce de factor de protección sobre el funcionamiento cognitivo y sobre la reserva cognitiva en las personas de edad avanzada.