El trastorno específico del lenguaje (TEL), también denominado trastorno del desarrollo del lenguaje (TDL), consiste en una alteración o un retraso en el desarrollo receptivo y/o expresivo del lenguaje oral, que afecta tanto a la adquisición como al desarrollo de este desde sus inicios, manifestando dificultades significativas y consecuencias cognitivas, comunicativas y sociales. Además, el TEL se manifiesta sin la presencia de deterioro neurológico, déficit sensorial o motor, dificultades psicopatológicas o socioemocionales y lesiones o disfunciones cerebrales.
Para conocer más sobre su prevalencia, su detección y su intervención, accede a las hojas informativas creadas por el grupo I+DEL que están a continuación.